Ensayo sobre la ceguera que provoca todo lo que hay para ver







  1. Para tratar el tema de la contemporaneidad creo que son de más importante los conceptos de diversidad, novedad e inmediatez. Tanto el desarrollo de las tecnologías como el avance de las libertades ideológicas han sustentado el derrame de información que experimentamos en la actualidad; a pesar de las restricciones que tratan de controlar el contenido de los diversos medios de comunicación sabemos que es posible encontrar exactamente lo que se busca si se sabe cómo. Tenemos pues un banquete inmenso de información, difícil de categorizar o enlistar; que responde al fenómeno de la superpoblación mundial, tendencias, gustos, cosmogonías, todo generando conocimiento a un ritmo sin tregua.
  2. Esta diversidad hace utópica la idea de entender algo en su totalidad, tantos puntos de vista dejan a la objetividad en un marco risible por su insuficiencia al considerar todas las partes de la información.
  3. En cuanto a la categorización para el estudio de los fenómenos culturales, nos encontramos con que el constante bombardeo de conocimiento enceguece los límites que podrían ser usados para la delimitación por su amplitud. De esto deriva un problema de valor que es síntoma de la patológica expansión de la información: ¿cómo reconocer una partícula valiosa? Los fenómenos de control de información para las masas como el Super Star funcionan como picos de la pirámide, es decir, una convención impuesta de valor que sirve de referencia por lo menos en cuanto a popularidad, pero sería ingenuo considerar un sistema de valor prefabricado como lo legítimo en cuanto a trascendencia cultural.
  4. ¿Qué sucede con el resto de los hechos que no se manifiestan en medios de distribución masiva? Pierden valor en cuanto a la trascendencia general en la cultura, pero ontológicamente deberían ser considerados al mismo nivel. Por lo tanto la cantidad inabarcable de información devalúa inmediatamente cualquier avance o proyecto que no esté insertado en los sistemas de difusión.
  5. Por otro lado aún la información expuesta al alcance de todos no está exenta de su devaluación pues al encontrarse junto con millones de nodos de información similares pierde su “aura”, su noción de originalidad; es el caso de un fenómeno reciente, el que me gusta denominar BloggerFagia, hasta hace algunos años no era posible la exposición aleatoria de información puesto que los usuarios no contaban con interfaces amigables, el lenguaje de codificación de la red era cosa de especialistas; con portales como my space y Blogger la difusión de la información en linea pasó a ser un tema clave de nuestra actualidad, cualquier individuo tiene la posibilidad de difundir su producción de manera ilimitada, sin restricciones causadas por la nacionalidad o el estrato social. Luego, poco a poco son más los usuarios interesados en ramas específicas de la gestión cultural que cada vez con más frecuencia visitan adictivamente los blogs que se actualizan por minuto, repasando con un ojo indiferente toda la información sin valorar cada entrada como algo único. Creo que este fenómeno representa la contemporaneidad.
  6. El estudio del conocimiento se asimila como un problema que se intenta resolver con nomenclaturas que abarquen tendencias incluso aún difusas; las mismas taxonomías contribuyen a la confusión, puesto que a la vez varios autores describen el mismo fenómeno con diferentes nombres y razones que a veces tienen que ver más con la lírica intelectual que con la descripción entendida y bien fundada. Si se quisiera controlar el flujo de información en un nivel eficaz se corrompería la facultad humana de su desarrollo individual. Existen también estratos como el del mini super star que se desenvuelve en pequeños marcos de convención, grupos aislados, a veces congruentes a veces no, que intentan trabajar al unísono por una ideología común; algo así como la microcultura y la macrocultura.
  7. La manera de legitimizar un fenómeno reside en los medios de control, el conocimiento al servicio del más poderoso. Por eso, en cuanto al arte, los movimientos radicales y transgresores que conocemos terminan siempre en los museos nacionales. Luego, qué importan los museos si se puede vender obra a los coleccionistas, oferta y demanda, siempre pendiendo de la subjetividad del que posee el dinero. Ergo, nuestro entendimiento de la “evolución” del pensamiento artístico depende de la sección específica que se haya adaptado a los gustos de un observador subjetivo. La memoria histórica es un cuento enmarcado en páginas de libros o en portales en Internet.


1 comentario:

  1. Sobre el 3. :
    En el ápice de su pirámide, el Rockstar yace, onanista, masajeando la zona del perineo - aquella comprendida justamente entre el ano y la genitalia femeninas y masculinas - con la pronunciada punta de ésta.
    De la misma manera que se estimula a un huey, a un caballo o a cualquier otra bestia de arado, el Rockstar salvaje encuentra el placer en ser explotado - estimulado - para la obtención de su preciosa (cabe remarcar, repugnante) semilla.
    Éste método es partiularmente eficaz dado que la estimulación erótica, manual o química resultan no sólo tardadas e ineficientes, sino que sucitan fenómenos colaterales no deseados, tales como el amor, la bondad, el esfuerzo y la calidad.

    Una vez alcanzado el clímax -la pirámide y el Rockstar únicamente se relacionan con este fin - el semen y fluidos misceláneos resbalan por las paredes de la pirámide hasta la base de ésta. A lo largo de su recorrido, fecundando en un acto sublime (que a veces es llamado "apropiación", "plagio", "escuela" e incluso "inspiración") el Rockstar ha empañado la pirámide de un acto y esencia de la misma naturaleza : mecánico, sistemático y más o menos vacío.

    La pirámide se compone a su vez, de triángulos similares. La integridad de ésta pende de la voluntad de conformar dicha pirámide de cada uno de los individuos.

    Digo, triangulitos.

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